En los últimos meses, los Estados Unidos se han visto envueltos en una crisis política que amenaza con tener graves consecuencias económicas. La crisis del techo de la deuda, como se la conoce, se desencadena por la necesidad del gobierno de EE. UU. de pedir prestado dinero para pagar sus facturas. Sin embargo, el país solo puede pedir prestado una cierta cantidad de dinero y si necesita pedir prestado más, debe ser aprobado por el Congreso. Esta aprobación solía ser algo rutinario, pero ahora se ha convertido en un terreno político peligroso.
En primer lugar, es importante entender que esta crisis del techo de la deuda es en realidad una crisis política. El país no está en peligro de caer en bancarrota, sino que simplemente depende de una ley que debe aprobarse para salvar al país de una catástrofe económica. Entonces, ¿qué está sucediendo exactamente aquí? El gobierno de EE. UU. gasta más dinero del que ingresa, por lo que necesita pedir prestado dinero para pagar sus facturas.
La aprobación del Congreso es esencial para aumentar el límite de la deuda y evitar una crisis. Sin embargo, los republicanos en el Congreso ven esta aprobación como una oportunidad para extraer demandas, como recortes a viviendas asequibles u otros gastos de seguridad social. El presidente de los EE. UU., Joe Biden, dice que de ninguna manera es necesario aprobar esta legislación sin condiciones.
El tiempo corre y el gobierno de EE. UU. podría quedarse sin efectivo el 1 de junio. ¿Cuáles son las posibles consecuencias? En primer lugar, las personas que trabajan para agencias gubernamentales no recibirán su pago y los que reciben beneficios del Seguro Social no obtendrán su dinero. Además, los mercados financieros caerían y miles de puestos de trabajo podrían perderse inmediatamente después. Sin embargo, la consecuencia más grave sería que los inversores perderían la confianza en la capacidad del país para pagar los intereses de su deuda.
Los bonos del Tesoro son considerados uno de los lugares más seguros para depositar su dinero, y si los inversores perdieran la confianza en Estados Unidos, esto rápidamente destrozaría la confianza del mundo en el país. Además, el aumento en las tasas de interés haría que los préstamos fueran más caros, lo que desaceleraría la economía en general.
La crisis del techo de la deuda de EE. UU. es una crisis política que amenaza con tener graves consecuencias económicas. Si el Congreso no aprueba la legislación necesaria para aumentar el límite de la deuda, el gobierno podría quedarse sin efectivo el 1 de junio. Las posibles consecuencias incluyen la falta de pago de los empleados del gobierno y los beneficiarios del Seguro Social, la caída de los mercados financieros y la pérdida de confianza en la capacidad del país para pagar sus deudas. Es importante que los políticos de ambos partidos trabajen juntos para encontrar una solución antes de que sea demasiado tarde.